jueves, 27 de noviembre de 2008

Asesinos por naturaleza

Hace calor; se termina el año; empieza "La Bajada": no queda mucho por hacer. Y lo que queda, se puede hacer el año que viene, ¿no?.

En este contexto (en los "ratos libres") es que estuve viendo "Natural Born Killers", y no puedo menos que recordar viejos, viejos buenos tiempos.

1999, julio de 1999, creo. De lo que estoy seguro es de que era invierno. Hacía un frío de cagarse, y ese año se hizo un concierto homenaje a Luca Prodan, que reunía a Divididos y a Las Pelotas, en el Teatro de Verano. En dicho evento, Mollo se ganó mi admiración.

Han pasado casi 10 años. Una montaña de tiempo, y pude ver nuevamente la película de marras, definida por un amigo como "un videoclip de 2 horas", soberbia, hiper violenta, con un libreto de Quentin Tarantino y la dirección de Olvier Stone. Dinamita pura.

Y verla nuevamente me llevó a recordar esos lindos momentos: laburaba a full en encuestas (a full es: todos los días, no todos los fines de semanas), había dejado (momentáneamente) el liceo, todavía intentaba tocar en una banda de Thrash Metal (se llamaba "Warhead" y me quedaba poco de ella, visto en retrospectiva)... mi vida estaba en una suerte de encrucijada. Crossroads le dicen en inglés, Carrefour en francés (si: como la cadena de super de Argentina).

Y por esos tiempos compuse una letra para una canción que quedó inconclusa, muy a mi pesar. "Alasaladyán". La empecé, pero no pude terminarla. Simplemente no pude. No se porqué. O mejor: sí sé, pero no lo diré, al igual que el tópico del que trataba la canción. No pregunten de que iba, no lo voy a decir jamás: ya que mi grupo de Thrash no pasó de ser una intención, no estoy obligado a hablar de los detalles. Y si el grupo (y el tema) hubieran funcionado... lo conocerían. O por lo menos se los enviaría en .mp3.

Es lindo nombre "Alasaladyán". Si todo llegara a funcionar como sueño, tal vez la reescriba. Tal vez. Aunque, en realidad, será imposible terminarla, ni aunque se den las mejores condiciones. Lo que los entendidos llaman "momento literario" ha pasado, y hay cosas que es imposible reeditar, una vez que ha pasado tanto tiempo, sin alterarlas completamente. Podré usar el nombre y revivir la escencia, pero la letra dura y pura es imposible de escribir. Porque entre otras cosas, en esos tiempos yo tenía 23 años, no 32. El mundo era otro. Y mi mundo no era éste. También era otro. Hoy el río es el mismo río, pero no es el mismo río, ¿no?.

Por ahora, sepan eso. Recordé esa canción y esos tiempos, gracias a una peli hiperviolenta, de las que a mí me gustan.

¿Que loco, no?

Nos vemos pronto

No hay comentarios: